
Consejos para técnicos
¿Alguna vez te has quedado atascado en una reparación difícil o has pasado demasiado tiempo resolviendo un problema del sistema? A todos nos ha pasado. Esta nueva serie de blogs está repleta de consejos prácticos, soluciones inteligentes y sugerencias prácticas que puedes utilizar de inmediato para resolver problemas más rápidamente y trabajar de forma más inteligente. Nada de tonterías, solo la información que marca la diferencia cuando estás en el campo.
Desafíos en el campo
En el blog anterior de la serie Consejos para técnicos, vimos cómo enfocar sistemáticamente un trabajo de resolución de problemas. Esto incluía pasos de como asegurarse de que llega corriente, medir la temperatura alrededor de las líneas y comprobar la carga de refrigerante. Ese blog también mencionó brevemente la importancia de tu compresor en el sistema que estás resolviendo. Esta semana, profundizaremos para entender por qué el compresor puede desempeñar un papel importante en tu proceso de resolución de problemas.




Si te encuentras en un trabajo en el que el compresor es el componente defectuoso del sistema, es muy importante no limitarse a sustituir el compresor y «terminar el trabajo». Para generar confianza en el cliente y reducir las devoluciones, es esencial averiguar por qué el compresor estaba fallando en primer lugar. Simplemente sustituir el compresor y marcharse a menudo no solucionará el problema a largo plazo.
Un compresor en un sistema HVACR puede fallar por varias razones, muchas de las cuales se reducen a problemas de refrigerante, válvulas de expansión defectuosas o una configuración inadecuada del sistema. Una de las comprobaciones más importantes es la carga de refrigerante: demasiada o muy poca puede causar un funcionamiento defectuoso y aumentar la tensión en el compresor. La sobrecarga puede provocar altas presiones, mientras que la carga insuficiente puede causar sobrecalentamiento y problemas de retorno de aceite.
También es fundamental asegurarse de que las tuberías tengan el tamaño adecuado y estén correctamente instaladas. Unas tuberías mal calculadas pueden provocar caídas de presión, atrapamiento de aceite y un flujo ineficiente de refrigerante, todo lo cual puede sobrecargar el compresor y acortar su vida útil. Un tamaño y una disposición adecuados de las tuberías ayudan a mantener la eficiencia del sistema y a evitar una tensión innecesaria en los componentes.
Las válvulas de expansión, especialmente en los sistemas VRF y VRV, son otro punto de fallo común. Estas válvulas accionadas por motor controlan el flujo de refrigerante y, si funcionan mal, pueden permitir que el refrigerante líquido regrese al compresor. Dado que los compresores están diseñados para manejar gas, el refrigerante líquido puede causar golpes de ariete, dañar las válvulas y eliminar la lubricación, lo que puede provocar graves fallos mecánicos.
¿Qué son los sistemas VRF y VRV? Flujo de refrigerante variable (VRF) y volumen de refrigerante variable (VRV) son dos términos diferentes para el mismo tipo de sistema. Los sistemas VRF/VRV utilizan refrigerante como fuente principal de calefacción o refrigeración. Estos sistemas también utilizan compresores inverter, lo que significa que el compresor puede funcionar a diferentes velocidades para ahorrar energía. Los términos VRF y VRV se utilizan para describir el mismo tipo de sistema, pero el nombre VRV es una marca registrada de Daikin Industries.
Otro factor clave es el calentador del compresor, a menudo llamado calentador del cárter. Si no funciona, el compresor no se calentará correctamente antes del arranque, lo que aumenta el riesgo de fallo mecánico debido al aceite frío y al flujo inadecuado de refrigerante. Comprobar que el calentador del cárter funciona correctamente puede evitar un desgaste prematuro y costosas averías.
Por último, es importante recordar que el compresor es más que una simple pieza del sistema HVACR: es un componente crítico que puede indicar problemas subyacentes cuando falla. Al comprender los factores que contribuyen al fallo del compresor, como una carga inadecuada de refrigerante, el mal funcionamiento de las válvulas y los problemas de configuración del sistema, puedes solucionar los problemas de forma más eficaz y evitar sustituciones innecesarias. Una reparación exitosa no consiste solo en reemplazar el compresor, sino en encontrar la raíz del problema para evitar problemas futuros. Al tomarte el tiempo para encontrar los problemas subyacentes, no solo se solucionará el problema inmediato, sino que también se garantizará el buen funcionamiento del sistema a largo plazo, lo que te ahorrará tiempo y dinero tanto a ti como a tus clientes.
¡Queda atento a la próxima parte del blog de Consejos para técnicos!

